(Tortosa, Tarragona, 1860 – Madrid, 1909)

Agustín Querol y Subirats es uno de los escultores más importantes de finales del siglo XIX en España, que contó con un amplio taller para acometer sus numerosos encargos. Formado en la Escuela de la Lonja y en los talleres de Domingo Talarn y de los hermanos Agapito y Venancio Vallmitjana, en Barcelona, fue pensionado de número entre 1884 y 1888 y de mérito entre 1889 y 1893 en la Academia de España en Roma. A su regreso cosechó un gran prestigio nacional e internacional, refrendado por numerosas medallas en exposiciones nacionales e internacionales, como las de primera clase en la Universal de Barcelona de 1888, en la Internacional de París de 1889, en la Internacional de Viena de 1894 y 1898, en la Internacional de Berlín de 1896 y en la Universal de París de 1900. Fue además conservador de escultura y director interino del Museo de Arte Moderno y recibió la gran cruz de Isabel la Católica y la de Alfonso XII.

Sus creaciones, realizadas en barro, bronce y mármol, estaban especialmente centradas en la narración, la expresividad y los efectos pictóricos de los materiales. A lo largo de su trayectoria fue evolucionando desde una tendencia realista enmarcada en un clasicismo académico hacia las formas delicuescentes del modernismo.