Esta pieza de desarrollo vertical es una de sus características vistas aéreas de los arrabales de una ciudad, de apariencia fantasmagórica, semidestruida en algunas de sus partes. En este caso la destrucción se concentra en la parte superior derecha e inferior izquierda, dos puntos focales de devastación que contrastan con la aparente ordenación del resto de la composición. La obra está compuesta a partir de distintos materiales adheridos a un soporte de madera. Entre ellos predomina el cartón, que después pinta, en ocasiones con alegres toques de color, rojo o verde, que dan vivacidad a la estructura y la dotan de un cierto toque esperanzador.

Fue adquirida por la Fundación María Cristina Masaveu Peterson en el stand de la galería Urban Spree GmbH durante la celebración de la feria Urvanity 2019 en Madrid.