CENTRO FMCMP MADRID
09 OCTUBRE, 2024
20 JULIO, 2025
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José María Sicilia, Estación de montaña 2, 1984.
Colección Fundación María Cristina Masaveu Petterson
© José María Sicilia, VEGAP, Madrid, 2024
En el contexto de la exposición Colección Masaveu. Arte español del siglo XX. De Picasso a Barceló, la Fundación María Cristina Masaveu Peterson presenta un programa de obras invitadas que permite mostrar periódicamente piezas de artistas del siglo XX representados en las colecciones Masaveu con el objetivo de dar mayor visibilidad a este fondo y de dinamizar la muestra principal sobre arte español de dicho siglo. En esta ocasión se presentan dos pinturas de uno de los artistas más destacados del último tercio del siglo XX: José María Sicilia (Madrid, 1954).
Sicilia es uno de los pintores más emblemáticos de la generación que irrumpió en la escena española en los años ochenta y pronto obtuvo un amplio reconocimiento internacional. Su trabajo está representado en las colecciones Masaveu por piezas de distintos momentos. La más temprana, Estación de montaña 2, fue expuesta en la muestra 5 Spanish Artists, presentada por el Ministerio de Cultura en el Artists Space de Nueva York en 1985 como parte de un esfuerzo por promocionar en el exterior a artistas que, como Sicilia, reivindicaban el retorno a la pintura frente a otras propuestas artísticas, especialmente las performativas. Con una gestualidad que encuentra similitudes tanto en el expresionismo abstracto americano de los años cuarenta y cincuenta como en la obra de los nuevos expresionistas alemanes de los ochenta, Sicilia retrata en esta pintura un paisaje alpino que resultaba de un viaje a la nieve. Esta imagen era la continuación de un conjunto de paisajes urbanos que reflejaban su experiencia en París, donde residió durante una temporada.
De los espejos XIV, ya de la década de los noventa, forma parte de una serie de obras realizadas con cera –una técnica que caracterizó el trabajo de Sicilia durante un tiempo– de la que existen otras dos piezas en las colecciones Masaveu. Según él mismo comentó en una conferencia posterior, es posible establecer una conexión entre estas piezas y el impacto de un viaje a Pakistán. En aquel viaje visitó un jardín de rosas que sufrieron las consecuencias de los avatares políticos del país, y en esta serie aquel recuerdo se mezcla con manchas rojas entrevistas en un apartamento parisino y con otras imágenes relacionadas de algún modo con el deseo, entrelazando lo doméstico y la naturaleza. La profundidad y transparencia de la cera, la mezcla cromática, el azar, la superficie pulida y el fondo blanco dan a esta obra y a toda la serie a la que pertenece un carácter completamente diferente al de otras anteriores, como se aprecia cuando se compara con Estación de montaña 2. En efecto, la obra realizada por Sicilia en las décadas finales del siglo XX explora sucesivamente –casi siempre de manera seriada– temas, formatos, superficies y técnicas muy variados, lo que ofrece una imagen poliédrica de su carrera como pintor.