Esta obra sobre papel es una rara avis en las colecciones españolas. Procedente de la familia del artista, fue adquirida por la Fundación María Cristina Masaveu Peterson en el stand de la galería Jorge Juan durante la celebración de la feria SAM (Salón de Arte Moderno) de Madrid en 2020.

Como buena parte de los collages realizados por Alfonso Buñuel, parte seguramente de la combinación de distintas ilustraciones recortadas de publicaciones de finales del siglo XIX, como por ejemplo de La Ilustración Ibérica, Semanario Científico, Literario y Artístico que comenzó a publicarse en Barcelona en 1883 y que es una de las que más empleó. Perfectamente compuesto, busca el impacto a través del contraste entre las proporciones de las figuras y las del espacio, así como del choque visual de un entorno natural, arbóreo, en el que se sitúa una lápida conmemorativa de Mozart, con la combinación de dos extraños personajes masculinos atrapados en sendas burbujas y uno de ellos acompañado de dos peces, que se complementan con otras tres burbujas a los pies de la lápida. La exploración del absurdo, el ambiente romántico evocado por el paisaje y por la lápida, así como su afición por la música, palpable en la alusión al compositor, son algunos de los principales rasgos de su producción presentes en esta pieza.