PABLO ALVARGONZÁLEZ FERNÁNDEZ
Becado de Excelencia Académica de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson
Convocatorias VI, VII y VIII (2013-2016)
Confieso que no me resulta fácil bosquejar mi propia vida, siquiera en la vertiente académica a que se refiere, en principio, esta página web. Intentaré hacerlo partiendo de la idea de «vocación», que el Diccionario de María Moliner definió, más allá de su tradicional sentido religioso, como «inclinación, nacida de lo íntimo de la naturaleza de una persona, hacia determinada actividad o género de vida».
Mi vocación es, de entrada, jurídica. El Derecho me ha apasionado desde que empecé a estudiarlo, aunque mi intención fuese distinta hasta relativamente tarde: seguí el bachillerato de ciencias en la creencia de que no me cerraba ninguna puerta, y durante bastante tiempo pensé que estudiaría para ingeniero. Aquello terminó con una de las decisiones más afortunadas que recuerdo y que, más allá del Grado, me ha llevado a especializarme en Derecho de la Unión Europea en el Colegio de Europa de Brujas.
Esta primera vocación la relaciono con inquietudes que, con frecuencia, se engloban bajo el adjetivo de «humanísticas». Estudié música desde pequeño e hice unos cuantos años de piano. La historia me apasiona, especialmente la moderna y la contemporánea. Disfruto aprendiendo idiomas, aunque hubiese querido descubrirlo más pronto. Y no me sobran, sino todo lo contrario, las nociones de disciplinas científicas que recuerdo de la educación secundaria.
También diría que mi familia, nuclear y extensa, determinados profesores y el conocimiento de algunas instituciones españolas y extranjeras han encendido en mí una sincera vocación de servicio público. Tomo muy en serio el ejemplo de quienes, a todos los niveles, sirven al interés general por encima de cualquier otra consideración. Se trata, según creo, de un gran ejemplo de esa «firme determinación de ser útil» que Marguerite Yourcenar hizo admirar a Adriano y que, desde una posición mucho más modesta, intento hacer guía de mi ejercicio profesional como Letrado del Consejo de Estado.
Estas reflexiones serían seguramente distintas si, desde segundo curso de carrera y hasta que la terminé, no hubiese tenido la suerte de recibir sucesivas becas de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson. Con ellas no sólo he estudiado más y mejor; también he podido viajar, tratar a muy distintas personas y ensanchar mis perspectivas. De todo ello me queda un profundo agradecimiento hacia la Fundación y quienes, desde ella, me acompañaron durante aquellos años.
PERFIL PROFESIONAL
Pablo Alvargonzález Fernándezz (Gijón, 1994). Letrado del Consejo de Estado. Graduado en Derecho con Primer Premio Nacional de Fin de Carrera y máster en Derecho de la Unión Europea por el Colegio de Europa de Brujas con beca de “la Caixa”.
La Fundación María Cristina Masaveu Peterson reconoció su excelencia académica a través de las VI, VII y VIII convocatorias (2013-2016).