Riancho, Agustín
(Entrambasmestas, Cantabria, 1841- Ontaneda, Cantabria, 1929)
De origen humilde, el cántabro Agustín Riancho y Gómez Porras se formó primero en Santander bajo la protección del impresor José María Martínez y el litógrafo Víctor Ferré. Gracias a la ayuda de éstos, especialmente del primero, que impulsó una suscripción popular, pudo ampliar estudios entre 1858 y 1863 en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid -donde fue discípulo del paisajista Carlos de Haes- y entre 1863 y 1867 en Amberes (Bélgica), en el taller de Jean-Pierre François Lamorinière. Después se instaló en Bruselas, donde formó parte de la Societé libre des Beaux Arts, impulsora de la revista L’Art libre y reivindicadora del realismo frente al academicismo. Desde allí viajó a París y por el norte de Francia, conociendo de primera mano la obra de Corot, Courbet y de los paisajistas de la Escuela de Barbizon. En 1884 regresó a España, trasladándose primero a Cantabria y, en 1894, a Valladolid, donde residió hasta 1899 y participó activamente en el circuito artístico local. Volvió entonces a su tierra natal para instalarse en casa de su hermano. Allí permanecería hasta el final de su vida, quedando relegado al olvido hasta que se comenzó a recuperar su figura por medio de dos muestras individuales celebradas en Santander en 1922 y 1923.
Excelente paisajista, su pintura está influida por la Escuela de Barbizon, que conoció a través de sus frecuentes viajes al norte de Francia, y por la del propio Lamorinière, especialmente en su periodo belga. En su pintura es muy característico el uso que hace del negro, que llega incluso a mezclar con betunes y alquitranes para conseguir una mayor textura y expresividad, en contraste, especialmente en sus últimos años, con intensos y luminosos amarillos y verdes. Con el paso del tiempo sus paisajes se van volviendo cada vez más libres y abocetados y el progresivo dominio de la espátula hace que trabaje sus obras a partir de un tratamiento de la mancha próximo, en cierto sentido, a la abstracción expresionista.